30 noviembre, 2009

¿Regulación o formación?

El pasado 26 de noviembre se hizo público un informe en UK sobre el gobierno corporativo de bancos y entidades financieras, encargado por el Primer Ministro británico. El informe Walker (como siempre, el informe se conoce por el apellido de quien recibió ese encargo) es largo, pero tiene un resumen ejecutivo con la génesis y el desarrollo del proyetco, y las 39 recomendaciones, que giran en torno a cinco temas: composición del consejo, funcionamiento, papel de los accionistas institucionales, gestión del riego y remuneración.
El tema de los accionistas institucionales y la conveniencia de forzar su presencia a largo plazo en la empresa havalido una editorial del FT de hoy. El tema es interesante: ¿cuál es la responsabilidad de un accionista de referencia?, ¿debe "incentivarse" que no abandone el barco a la primera de cambio, y forzarse, en cambio, una permanencia a largo plazo?
En otra columna que publica también hoy el FT en su sección semanal sobre "business education" se hace referencia a la regulación como la salida habitual a las situaciones de crisis. El autor propugna ir un poco más a fondo, y aboga por la necesidad de la ética en los consejos de administración y también en los planes de estudio de las escuelas de negocio.
Las soluciones no son casi nunca "o una cosa o la otra", sino más bien"una cosa y la otra". Habrá aspectos en que se necesite mejorar el marco regulador; pero las leyes no aseguran casi nada, porque las leyes son siempre aplicadas por las personas, y las personas somos suficientemente listas para saltarnos cualquier ley. Así que hace falta formación ética; por supuesto. Pero cuidado, porque la ley es también un vehículo de formación; por eso es muy importante dotarnos de leyes que favorezcan conductas morales. Y no hablo sólo de empresa...

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